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Mostrando entradas de septiembre, 2020

Las pataletas

  Tengo una amiga muy querida con un corazón de oro.  Advierte que no hará ésto o aquello, pero termina haciéndolo pues es muy generosa.  Siempre termina haciendo más que lo q ue le corresponde a pesar de quejarse.  Más de una vez me ha dicho que ya no puede más, que es demasiado para ella. Más de una vez me dijo que todos piensan que ella es muy fuerte pero que en realidad no lo es. Más de una vez me dijo que ésto se acabó, que ya no avanzará ni un centímetro más. Y pasado poco tiempo me cuenta con entusiasmo las aventuras, los retos y logros que alcanzó. Ella ama a sus hijos, su familia, sus proyectos y el trabajo. Pero creo que sobretodo ama la vida buscando ayudar a que las personas sean mejores cada día. Yo la admiro y aprendí a trascender sus reacciones inmediatas y sus “no”, porque ya sé que terminarán con un “sí” de acciones cumplidas. Es de esas mujeres que pueden tener pataletas emocionales, explosiones, pero el amor a los demás le tiene conquistado el cora...

El mejor salario...

  " Todo era menos complicado antes de convertirme". "Los que no le conocen la pasan mejor…". "Ahora es más aburrido" .   ¿Nos suenan conocidas estas afirmaciones? Las pudimos haber escuchado o pensado en más de una ocasión. Ideas escondidas en nuestras mentes cuando al buscar ser consecuentes con lo que creemos nos puede costar el rechazo o la sensación de que ésto ya es demasiado. Y es verdad: la varilla para ser felices crece en cada etapa de la vida. Jesús nos lo advirtió porque sabe la hondura y la búsqueda que existe en nuestro corazón. Seguir a Cristo y tenerlo como Camino, Verdad y nuestra Vida, es un reto que implicará tomar opciones importantes y difíciles más de una vez.  Habrá entonces decisiones que implicarán un NO a lo que sabemos muy bien que nos hace daño (por más rico, divertido o “venial” que suene). Y otras que son un SI a aquello bueno, liberador y pleno a pesar de que cueste. Éste es un tema que me ha dado vueltas a lo largo de esta s...

Más allá de las palabras...

  Llegué hace unos días a otra de nuestras comunidades fraternas. Y me quedé conmovida con esta imagen llena de símbolos y colores cálidos. Sentí claramente que Dios me iba mostrando distintos detalles al verla. Estas ovejas al igual que nosotros, tienen el mismo tamaño, expresando y recordándome que todos tenemos la misma dignidad, que nadie en esta tierra puede considerarse mejor o peor, más o menos pecador, más o menos santo, más o menos valioso. Todos fuimos hechos con la misma dignidad y todos nos merecemos el mismo respeto y valor. Tal vez nuestros ojos fallan o nuestros oídos distorsionan lo que percibimos. Tenemos lana y otras cosas que nos cubren, pero hemos sido rescatados por el mismo precio, con la sangre del mismo Cristo. Sus manos divinas y bondadosas junta nuestras cabezas. Es como si nos recordara lo unidos que estamos al venir del mismo Creador, del mismo Salvador y con el mismo Espíritu. Ovejas que pudimos estar alejadas, perdidas, heridas, asustadas, rebeldes, of...

Seamos Pepe Grillos…

  Este simpático personaje de uno de mis cuentos favoritos, es este pequeñito insecto que con su canto constante perseguía a Pinocho pidiéndole una y otra vez que no haga caso a sus falsos amigos. Pinocho le quería, pero también le incomodaba que le recuerde lo que no quería recordar. Era más “divertido” o «fácil” dejar de ir a la escuela para hacer otras cosas. Y Pepe Grillo no dudaba en insistir que esa no era una buena decisión. Este buen amigo se arriesgó a terminar pisado o herido. Pero su cariño, su verdadero compromiso y el estar seguro que Geppetto sabía qué era lo mejor para él, le animó a seguir hablándole. Algunas veces tenemos esa voz de la conciencia que actúa como este per sonaje, y otras Pepe Grillo toma la forma de aquellos que son los verdaderos hermanos, amigos, esposos, padres o hijos. Aquellos que no se intimidan ante el rechazo o las malas reacciones que podríamos tener cuando con seriedad y auténtico amor reprenden con cariño para recordar qué está bien y qué...