Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2020

El viento...

Me encanta estar al aire libre con la experiencia del soplo del viento. Éste que origina sonidos en los árboles, las aguas o en los desiertos. Éste que sin verlo se puede sentir muy claro, y que al soplar ayuda a que las naves avancen más fácilmente, que los niños vuelen sus cometas mirando el cielo, que las plantas se polinicen para florecer y dar frutos, que garantiza el vuelo de las aves, que erosiona las superficies de los suelos o que seca el rocío. Este viento, puede avivar el inicio del fuego como puede apagarlo. Éste que puede a veces ser brisa suave que refresca, y otras un huracán que arrasa con fuerza todo lo que va a su paso. En este día de Pentecostés vemos que la Palabra de Dios muestra distintas formas de la naturaleza para describir al Espíritu Santo. Y dentro de ellas, en estos días Dios me ayudó encontrarme más con Él desde ésta del viento que sopla también sobre nosotros y que nos recuerda su presencia constante… “Los discípulos se alegraron de ver al S

Distancia y presencia

Hace unos días me regalaron esta imagen que me conmovió muchísimo. Esta niña de rodillas frente a un dibujo de la Virgen (hecho seguramente por ella). Tiene una mesita muy alegre de oratorio, con velas prendidas como si estuviera en una Misa… No sé si sabe leer, pero toca la Biblia con piedad y cariño. Es como si tuviera la certeza de estar conversando realmente con Dios y tener a su Madre María con ella.  Tan pequeña y abriendo todo su corazón para encontrarse vivamente con Él. Cuántos de nosotros quisiéramos rezar con esa confianza y naturalidad. Tener esta total seguridad de que Dios y María no se van. Y este domingo a poco tiempo de acabar el tiempo Pascual, celebramos la Solemnidad de la Ascensión. Creo que con la fe y confianza de los niños, estos que admiro tanto, sería más fácil entender este misterio. Esta es la historia en la que los apóstoles vieron a Jesús Resucitado por última vez luego de 40 días. Lo vieron subiendo en cuerpo y alma al cielo despidiéndo