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El qué dirán

 


¡Cuánto se puede decir sobre este tema! Tan conocido, tan vivido, tan humano y comprensible. Pero que mal entendido, puede llevarnos a situaciones complicadas cuando nuestra autoestima es baja y dependemos de la opinión de los demás para sentirnos valiosos. Darle tanto peso a  las opiniones, juicios y comentarios ajenos puede hacer que una persona se sienta importante, insegura o también indispensable no en si misma, sino en función a lo que otros piensen de ella.

Sería ingenuo afirmar que no nos afecta este tema. Y en el relato de este domingo, Jesús también muestra que le interesa la percepción que los demás tienen de Él, pero con una importante diferencia que luego identificaremos. Fue así que al caminar un día con sus amigos les pregunta: “¿Quién dice la gente que soy yo?” (Mc. 8,27). Y al escuchar diversas opiniones, plantea una pregunta más importante: “¿Y ustedes, quién dicen que soy yo?”(Mc.8,29).

La respuesta fue clara: Pedro lo reconoció como el Mesías. Pero lo que sigue en la historia nos ayuda a identificar lo que realmente le importa a Jesús. Si estuviésemos en su lugar, tal vez nos sentiríamos satisfechos con esa respuesta, pensando: “Por fin mis amigos entienden que soy el Mesías, que soy Dios”. Pero lo que Jesús lesl dice a continuación muestra lo que realmente le interesa: revelar de forma completa su identidad como Mesías y lo que el Padre espera de Él. Pues en la mirada que tiene sobre si mismo no puede separar la Cruz y lo que le toca vivir para ser consecuente con su identidad y misión. Y aunque ésto cause rechazo o temor, incluso entre sus más cercanos, dice lo que le tocará vivir a causa de su ser más profundo:

“Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días” (Mc. 8,31).

Entonces esta verdad tan difícil de aceptar, lleva a Pedro a reprenderlo. Pero Jesús le contesta con una frase que debe cuestionar también nuestra propia mirada: “¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!” (Mc. 8,33).

Quedémonos esta semana con esta experiencia de Jesús para vivir estas dos miradas y dos preguntas:

·    ¿Quién es Cristo para ti, qué lugar ocupa en mi vida?

·    ¿Quién soy yo? y ¿Quién soy yo para Dios? Pues es Él será siempre el que mejor puede revelar propia identidad.


Me viene a la memoria con ésto una historia de Santa Teresa al encontrarse con Jesús un día (que se ve en esta imagen):


Dejemos de buscar brillos falsos, seguridades ilusorias y motivaciones engañosas. Busquemos la verdad de nosotros mismos afincada en esa seguridad que solo el amor de Dios puede brindarnos.

Y continuemos nuestro camino reconociendo en todo momento quién es Cristo en nuestra vida, en nuestra historia y en nuestro andar para comprender mejor quiénes somos y quiénes estamos llamados a ser.

Mc. 8,27-35

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Te comparto una canción que ya la compartí antes, pero que nos hace pensar qué es lo que Cristo piensa y siente sobre nosotros...




Comentarios

  1. Gracias Magaly es una rpta. De Jesús para mí!

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  2. Buenos dias querida Magali, gracias por la importante y bella meditación de esta semana.
    Quién es Cristo en nuestra vida, es aquel que cada mañana, al despertar me dice bien Elvira, tienes un nuevo día para que hagas lo que debes y tienes que hacer y quién es Cristo para mí, Él es mi Señor, el que me ama, acompaña, quien dirige mi día a día y está presente en cada instante de mi vida, sé bien que sin Él, me sentiría perdida, como en un desierto desconocido y sin una brújula, que me ayudara a encontrar un camino.
    Dios nos bendiga en cada instante de nuestras vidas y aceptemos "su llamada" con Amor y Gratitud.

    Dios te Bendiga siempre querida Magali.🙏

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