Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2025

Distintos...

  Imposible encontrar 2 personas iguales. Ni sentires, visiones, caracteres, ideas, ritmos, volúmenes, formas o estilos. Tú yo venimos de historias, familias, caminos y experiencias muy variadas. Tú y yo tenemos la misma humanidad, pero tenemos diversas experiencias por leer y contar. Tenemos oídos, corazones y miradas de todos los colores que podamos imaginar… Creo que es lo mejor que nos puede ocurrir, pues cada vida es un tesoro, como una piedra preciosa que destella mil matices de luces. Y cada brillo revela la grandeza de cada ser digno y valioso. Un encuentro de luces en el que cada uno, sin distinción, ofrece un destello único que enriquece a los demás. Distintos, variados, únicos… Y entonces vino a caminar por este mundo, nuestro Buen Pastor que, al hacerse hombre, nacer, morir por sus ovejas y resucitar por ellas sabe cómo hacerlo con cada uno.  Guiarnos, conducirnos, convencernos, animarnos, aventurarnos, alentarnos, decirnos las mejores palabras y consuelos ...

Crecer y madurar

  Vi a una alumna de Primera Comunión después de 20 años. Me dio mucha alegría verla toda una mujer ya madura y una mamá feliz. ¿Cómo no conmoverme y cuestionarme una vez más ante el misterio de la vida? Así es, crecemos y maduramos físicamente, pero también psicológica y espiritualmente. Mantenemos mucho de nuestro niño interior, con la bendición de ver también cómo el espíritu y la capacidad de amar van madurando y creciendo a lo largo de los años. El Evangelio de este domingo, que es una de mis citas favoritas con mi amigo San Pedro, me llevó a reflexionar sobre este misterio del amor que crece cada día. Es una historia en la que Jesús nos muestra cómo nos tiene tanta paciencia esperando que crezcamos y maduremos poco a poco. Parece que los Evangelios han querido dejar siempre claro el amor especial que Jesús tenía por Pedro, pero también lo contradictorio y frágil que era el cariño que Pedro sentía por su Señor, algo con lo que tú y yo podemos identificarnos. Pedro es el primer...