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Más allá de la Resiliencia …

 



Tengo una amiga que hace tiempo me pidió que escribiera sobre esta virtud tan importante, esta que se construye con tiempo y decisión. Esta capacidad de recuperarse frente a la adversidad. Algo muy admirable que refleja la fortaleza interior de una persona cuando se mantiene firme aprendiendo cada vez más cómo sobreponerse y dar lo mejor de si ante los retos y obstáculos de la vida. Una capacidad muy valiosa en este tiempo que vivimos llevándonos a admirar personas ejemplares que la encarnan.

 

Pero hoy que rezaba en el Evangelio del domingo, me convencí de algo: Que, sin descalificar esta importante cualidad, creo que nuestra humanidad nos grita que ésta se vive con algo que va más allá...

 

Marcos nos narra que luego que Jesús fue reconocido por Pedro como el Mesías, habló con un lenguaje fuerte y claro para anunciarles que iba a sufrir mucho, ser rechazado, asesinado y resucitar. Una noticia muy difícil que no fue comprendida, que causó temor y que le llevó al mismo Pedro que lo llamó Mesías a regañarle y advertirle que eso no podía pasar. Pero entonces Jesús, con esa misma fuerza, regañó también a Pedro por no creerle, por no confiar en Dios y querer seguir pensando desconfiadamente como los hombres.

 

Situación que puede evocarnos a la que vivimos muchas veces. Esas en las que sí creemos en Él cuando nos dice verdades lindas y sencillas. Pero  otras ocasiones en las que queremos regañar o reclamarle porque no nos gusta escuchar esas verdades duras, como si todo fuera su culpa y responsabilidad.

 

Pero es por algo que esta cita termina dejándonos claro que este llamado a seguirle llevando nuestra Cruz, puede entenderse sólo con ojos de fe y esperanza al recordar que Él lo hizo primero…

 


Quise entonces tratar de ponerme en la mente y corazón de Jesús, para que con su ayuda y gracia pueda a vislumbrar un poquitito cómo es esta verdad que nos enseña:

 

Señor,

Hoy me apela y encanta cómo miras tu vida 


Y es que eres mi modelo de verdadera fortaleza, porque no huyes de tu historia, tu misión y realidad.

porque te niegas a escuchar la salida fácil de Pedro o la mía.

Y menos a usar tu poder y fuerza para evitar el dolor.

 

Eres mi Dios verdadero hecho Hombre

que decidió abrazarme en tu Cruz,

para que cobijada aprenda a vivir la mía.

caminando como Tú, firme por el sendero trazado

atravesando y pisando lo que viene cada instante.

 

¿Y es que acaso Tú Señor tienes la culpa de mi Cruz?

¿No será que mi dolor y mis caídas, son las que formaron y construyeron la tuya que hoy anuncias?

¿No será una vez más que Tú mi Señor, mi Rey y mi Mesías, en silencio y sin quejas decides entregarte, donarte y sacrificarte para hacer ligero y libre mi camino?

 

¿Será que me invitas a seguirte

para saber cómo llevar mi dolor y mi propia vida,

Y al cambiar mis esquemas humanos por tu pensamiento divino,

formas la ruta buena para entender esa paz verdadera y libertad eterna?

 

Y es que mi Señor he de reconocer,

que puedo llenarte de prejuicios humanos,

pensando que me pides un dolor absurdo.

Pero son mis pataletas y antojos 

los que me conducen a caminos áridos y cruces tristes.

Pero aún perdida, siempre llegará este Pastor  

que con ternura y paciencia me carga y protege

de las cruces de los lobos, de la muerte y de las mentiras eternas.

 

Te doy gracias, porque hoy me has mostrado

que es más que resiliencia lo que mi vida necesita,

porque mi débil fortaleza se puede unir a tu grandeza

porque necesito confiar plenamente en tus perfectos caminos

porque mi corazón busca reposar en tus brazos eternos

porque sólo puedo ser fuerte con tu gracia y tu vida eterna.

 

Quiero cargar mi Cruz con la paz de saber

que eres Tú quien la lleva

que eres Tú quien me levanta 

y Tú quien la transformas en fuente de amor, de entrega y de vida

para gozar este cielo ya vivido

cuando duermo y descanso

en ti mi Dios verdadero.

AMEN

 ...Y NO TENGAMOS MIEDO NI ORGULLO EN RECONOCER QUE LA VERDADERA FORTALEZA ES UNIENDO NUESTRA FORTALEZA Y DEBILIDAD A LA GRACIA Y AMOR DE DIOS... SOLO ASÍ PODEMOS LLEGAR LEJOS Y ALTO....


____

En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?». Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas». Y Él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo». Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle. Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres”. Llamando a la gente a la vez que, a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará».  Mc 8,27-35

Comentarios

  1. Gracias por tus palabras: alientan, reconfortan y fortalecen nuestro caminar en este mundo. Bello y complejo a la vez. Un saludo amical apreciada Magali, seguimos avanzando.

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  2. Qué encontremos siempre a Cristo en nuestro caminar... Gracias Magali

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