Todo tiene solución…

 

      

       Me puse a arreglar un aparato en estos días. Intenté con cambio de pilas y de otras formas, pero al final solo me quedó dejarlo en el sitio de basura. Me puse a pensar entonces, cómo ahora las cosas son cada vez más descartables. Pero también me quedé agradecida, porque felizmente no pasa lo mismo con los problemas y dificultades humanas.

         Por eso, de forma atrevida y muy segura, les digo hoy que TODO en nuestra vida tiene solución.

         ¿Qué la muerte no? ¡TAMBIÉN LA TIENE!

         Puede sonar todo ésto como ingenuo, como poco realista o inmaduro. Pero ésta es una afirmación que sólo puede entenderse con una mirada distinta.

         Hay miradas equivocadas como por ejemplo esa que no diferencia entre el: querer que las cosas se solucionen "como yo quiero", a aquella de esperar “lo mejor ”. Una gran diferencia. Me ha pasado a mí y seguramente a ustedes también, que queríamos que las cosas se arreglen de una manera, pero finalmente las cosas no fueron como yo esperaba, pero con la ayuda de Dios terminaron mejor.

         Otras veces nuestra mirada equivocada puede llevarnos a ver todo tan complicado, que ya ni esperamos que sea de esa manera, sino que tiramos la toalla y asumimos que “todo se derrumbó” … que no hay salida y que es mejor dejar las cosas así …

         Y tal vez otras veces nuestra mirada equivocada ve un problema donde no hay. Es decir, que el problema no está fuera, sino en nuestro interior….

             Y repito: TODO TIENE SOLUCIÓN.

         Hoy, día de la Pascua de Resurrección, vengo a compartirles con gratitud y alegría que yo creo en un Dios VIVO. Creo en DIOS… CAPAZ DE TODO, de solucionar todo y hacer todo nuevo y mejor.

         Creo en un Dios que me ama tanto, que fue capaz de morir, caer hasta lo más hondo del abismo para rescatarnos de ese abismo. Creo en un Dios VIVO Resucitado que ha vencido TODO… Y se ha quedado a mi lado y a tu lado.

         Hoy, día de la Pascua de Resurrección, celebramos el triunfo definitivo por el que podemos creer y confirmar que TODO es posible, TODO PUEDE CURARSE Y SOLUCIONARSE. Porque con Dios, resucitamos a una vida nueva...

         Hoy queridos hermanos, podemos creer que hasta el dolor más hondo y la pérdida más dolorosa es llevado y vivido distinto con la fuerza de su Resurrección. Hoy, el duelo y la muerte de aquella persona que amamos no se apagará, pero con SU consuelo, SU gracia y tantas muestras de SU amor, podremos ver la luz y levantar el corazón de muchas maneras. Sabremos que está en paz, que comprende mejor nuestro corazón. Sabremos que Él le resucitará. Podremos agradecer por su vida, agradecer lo vivido y saber encontrar una nueva forma de caminar hasta que nos volvamos a encontrar, y Dios nos haya resucitado para siempre.

         Hoy con esperanza y confianza, te invito a salir de los sepulcros de tu vida, a cambiar el luto y las lágrimas por el vestido de la gratitud, la paz y el amor a los demás. 

        Hoy no quiero que me tildes de poco empática o poco comprensiva con tu dolor y el mío. Sino que juntos, levantemos la mirada hacia el Sol y el cielo, para comprender que luego de lo oscuro, luego de la muerte, luego del dolor más profundo, viene el consuelo y el gozo más profundo que el del mismo dolor. Que luego de la muerte viene la verdadera resurrección. Y que luego de la alegría que hoy vivimos, viene una felicidad más honda y más plena aún. 

        TODO es mejor y más grandioso con la Resurrección.

         Hoy es un día para creer que Dios está en nuestro sepulcro, en nuestra cruz, en nuestras heridas y también en nuestros gozoas. Con Él habrá un consuelo, una cura y una solución de la forma que menos podamos sospechar. 

         Soy testigo de muchas heridas, de muchos dolores y lágrimas a lo largo de mi vida y de los míos. Y soy testigo de muchísimos milagros en los cuales no volvimos a la situación anterior, sino que luego de su acción he terminado y los he visto mejor que antes, más saludables que antes, más felices que antes, más motivados que nunca, más agradecidos que nadie.

         Porque si luego de sufrir no somos los mismos que antes, luego de acoger la resurrección de Cristo en nuestras vidas, somos más felices y plenos que nunca…

         La Resurrección de Cristo siempre nos dará más y mucho más de lo que pudiéramos esperar con nuestras fuerzas, formas y modos humanos. Porque la Resurrección de Cristo es de Aquel que nos ama más que nadie y sueña más que nadie con nuestra felicidad.

         Acojamos este tesoro indescriptible y este amor inenarrable que Dios nos ofrece.

         Dejemos que obre y resucite en nuestros corazones, para latir , vivir y vibrar de amor para siempre.

         ¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!