Qué actual y común me parece lo que hoy Jesús nos enseña en esta primera parábola del Evangelio. Quién de nosotros podría decir que la experiencia de la cizaña no le ha rodeado de una u otra manera. Frase tan usada para hablar de aquellas situaciones en las que personas o pensamientos propios nos pueden llevar a la desconfianza, al negativismo o desesperanza. Y me conmovió en esta parábola algo en particular que Él nos enseña. Subrayaré unas oraciones y les explico: En aquel tiempo, Jesús propuso a las gentes otra parábola, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo . Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo , y se fue. ...
Todos tenemos experiencias cotidianas que nos llenan de asombro y nos llevan a encontrarnos con la presencia de Dios en nuestra vida. Quiero compartirles mis propias experiencias sencillas y reales, que puedan animarles a descubrir las que están a su alrededor...