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Es con su amor y fuerza...

 



Cuando éramos niños, pudimos recibir frases como: “mira cómo tu hermano sí lo hace, tú también puedes” o “ él ha sido bueno contigo, debes corresponder a ese gran favor”. Frases por el estilo que son lógicas y humanas porque implica el querer agradecer y hacer cosas buenas a los demás lo hicieron con nosotros.

Pero creo que cuando esta experiencia brota de contemplar el amor y la entrega de Cristo, hay un abismo de distancia y no sabemos cómo corresponder. Es como si por un lado queremos responder a tanto amor, pero al ver lo que hizo por nosotros, sentimos que es demasiado poco lo que podemos ofrecerle. Cuántas veces al pasar por un sufrimiento, un buen amigo dijo “pero mira como Jesús ha sufrido más por ti”o cuántas veces queremos cambiar y al sentir que no podemos otra buena persona nos dice “mira cómo Jesús se ha esforzado para hacer y vivir lo correcto. Haz como Él”.

 

Es cierto lo que nos dicen, y Cristo siempre será nuestro modelo de vida y la persona que más nos ama en este mundo. Nunca terminaremos de agradecer y responder a este amor tan humano y divino. Nunca será suficiente responder con la misma medida, porque somos humanos, débiles y frágiles. 

Pero Él los sabe y comprende muy bien...Y por lo mismo, Él sabe muy bien que llega un momento en que no hay más fuerzas y más recursos para esforzarnos más, que la energía se ha acabado. Y es entonces que la frase que nos dice en este domingo nos llena de paz y de consuelo:

 

“El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él”  Jn. 6, 56

 

Nos puede llenar de alivio y alegría, porque nos dice y nos pide responder a este amor con el amor que Él nos da. Es como un trabalenguas del espíritu:

Magali agradece el amor de Cristo, amando con el amor que Cristo le da.

Magali se hace fuerte, con la fuerza del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Magali acoger su paciencia y ternuera , con Él mismo, que se hizo Pan. 

 

Un trabalenguas bendito que bajará muchas tensiones o dudas. Ya no sentiremos ese “pendiente” de tener que esforzarnos solos para amar como Él.

Sólo nos pide ponernos en sus manos, en su pecho en su vida: para que al comer su cuerpo, amemos en Él, con Él, dentro de Él ….

¿Me dejé entender?

 

Hoy sólo me queda compartir frases de grandes santos que expresan cómo aman y reconocen el poder de la Eucaristía en sus vidas. Espero que nos ayude a reconocer este regalo que no tiene precio, ni medida, ni forma de describir, porque es infinito.

 



San Francisco de Asís.

“El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote".

 

San Juan Pablo II

“Alimentarnos de él significa recibir la vida misma de Dios, abriéndonos a la lógica del amor y del compartir”.

 

Santo cura de Ars, San Juan María Vianney.

“Si conociéramos el valor de La Santa Misa nos moriríamos de alegría”.

 

San Francisco de Sales

“…Si te preguntan porque comulgas, responderás: "Comulgo para purificarme de mis pecados. Comulgo para librarme de mis imperfecciones. Comulgo para obtener consuelo en mis tristezas.   Comulgo para conseguir fortaleza en mis debilidades.  No comulgamos porque ya somos buenos, sino para no dejar de querer serlo”.

 

San Juan Bosco

“Queridos jóvenes, ¿queremos estar contentos y alegres? Amemos con todo el corazón a Jesús Sacramentado".

 

Santo cura de Ars, San Juan María Vianney.

 “Pongan todas las buenas obras del mundo contra una Santa Misa, serán como un grano de arena junto a una montaña”. 

 

San Cirilo de Jerusalén

"Así como dos pedazos de cera derretidos juntos no hacen más que uno, de igual modo el que comulga, de tal suerte está unido con Cristo, que él vive en Cristo y Cristo en él."

 

Santo Padre Pío de Pietrelcina.

"Sería más fácil que el mundo sobreviviera sin el sol,

que sin la Santa Misa"

 

Santa María Goretti

"La Santa Eucaristía es la perfecta expresión del amor de Jesucristo por el hombre, es la quintaesencia de todos los misterios de su vida."

 

Santa Teresa de los Andes

"¡Que cosa más rica es para el alma que ama pasar la vida junto al Sagrario! Después que comulgo me siento en el cielo, y dominada por el amor infinito de Dios".

 

Santo Tomas de Aquino

"La Eucaristía produce una transformación progresiva en el cristiano. Es el Sol de las familias y de las Comunidades".

 

San Leonardo de Port Maurice

“Una Misa antes de la muerte puede ser más provechosa que muchas después de ella”.

 

San Alfonso de Ligorio.

"El mismo Dios no puede hacer una acción más sagrada y más grande que la celebración de una Santa Misa".

 

San Juan Eudes

"Para ofrecer bien una Eucaristía

se necesitarían tres eternidades:

Una para prepararla, otra para celebrarla

y una tercera para dar gracias".

 

Historia de Santa Teresa de Jesús

En cierta ocasión, Santa Teresa se sentía inundada de la bondad de Dios.

Entonces le hizo esta pregunta a Nuestro Señor: “Señor mío, “¿Cómo os podré agradecer?” Nuestro Señor le contestó: “ASISTID A UNA MISA”.

 

Oración después de la Sagrada Comunión (Del Padre Pío)

Quédate conmigo, Señor, porque es necesario tenerte presente para que Yo no te pueda olvidar. Tú sabes que tan fácilmente te abandono. 
Quédate conmigo, Señor, porque Yo soy débil y necesito de tu fortaleza, para que no caiga tan frecuentemente. 
Quédate conmigo, Señor, porque Tú eres mi vida y sin Ti Yo estoy sin fervor. 
Quédate conmigo, Señor, porque Tú eres mi luz y sin ti yo estoy en la oscuridad. 
Quédate conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad. 
Quédate conmigo, Señor, para que Yo pueda escuchar tu voz y seguirte. 
Quédate conmigo, Señor, porque Yo deseo amarte mucho y siempre estar en tu compañía. 
Quédate conmigo, Señor, si tu deseas que Yo sea fiel a ti. 
Quédate conmigo, Señor, pobre como mi alma es, Yo deseo que sea un lugar de consolación para Ti, un nido de amor.
Quédate conmigo, Señor, porque se hace tarde y el día se está terminando, y la vida pasa. La muerte, el juicio y la eternidad se acercan. Es necesario renovar mi fortaleza, para que Yo no pare en el camino y por eso Yo te necesito. 
Se está haciendo tarde y la muerte se aproxima, tengo miedo de la oscuridad, las tentaciones, la aridez, la cruz, los sufrimientos. O como te necesito, mi Jesús, en esta noche de exilio. 
Quédate conmigo, esta noche, Jesús, en la vida con todos los peligros, Yo te necesito. 
Déjame reconocerte como lo hicieron tus discípulos en la partición del pan, para que la Comunión Eucarística sea la luz que dispersa la oscuridad, la fuerza que me sostiene, el único gozo de mi corazón. 
Quédate conmigo, Señor, porque a la hora de mi muerte, Yo quiero permanecer unido contigo, sino por la Comunión, por lo menos por la gracia y el amor. 
Quédate conmigo, Señor, porque solamente eres Tú a quien Yo busco, tu amor, tu gracia, tu voluntad, tu corazón, tu espíritu, porque Yo te amo y te pido no otra recompensa que amarte más y más. 
Con un amor firme, Yo te amaré con todo mi corazón mientras aquí en la tierra y continuaré amándote perfectamente durante toda la eternidad. Amén.

 


Y aquí les comparto un video con historias de milagros eucarísticos recientes. Hay muchos! Todos nos ayudan a creer que Dios está realmente presente en la Hostia consagrada...






Comentarios

  1. Muchísimas gracias querida hermana, muy linda tu reflexión.
    Señor mío no dejes que separe de ti.

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