Debe haber gente que quiere ser rey para dominar gente, tierras y proyectos. Un rey tiene poder: para hacer mucho bien o mucho daño, dependiendo de su bondad y sentido de misión. Y habrá por ello reinos con reyes déspotas o crueles, otros con reyes ausentes y silentes que no se comprometen. Y otros con reyes egoístas y ambiciosos que sólo buscan usar a su propio pueblo… Pero un cristiano ha nacido para pertenecer a un reino muy diferente. Uno que no es de aquí. Que no requiere ejército, porque no busca peleas sino conquistar corazones. Pertenecemos a un reino con fuerza y armas muy distintas. Que avanza y crece con la verdadera esperanza. Un reino en el que nos alimentamos con la gracia y dulzura de Dios. Un reino que congrega y reúne para avanzar. Uno en el que todo el cuerpo sufre cuando un miembro padece. Uno en el que no importa lo que podamos o no podamos hacer, pues sólo importa el ser auténtico. Uno en el que todos somos hermanos, amigos y equipo. En este reino, nuestro Re...
Todos tenemos experiencias cotidianas que nos llenan de asombro y nos llevan a encontrarnos con la presencia de Dios en nuestra vida. Quiero compartirles mis propias experiencias sencillas y reales, que puedan animarles a descubrir las que están a su alrededor...