Me ha encantado siempre admirar y comprender un
poco más el ejemplo de los sabios de oriente. Éstos que dejando comodidades se
arriesgaron a dar un viaje tan largo, difícil e inseguro.
Dejaron todo porque creyeron en un presagio y
confiaron en la luz de una estrella.
Un misterio, que por algo está presente en la
Biblia. Una historia y un ejemplo que hoy me llevó a pensar en ese gran anhelo
y aquel deseo profundo que tiene todo ser humano por seguir la estrella que pueda
guiarnos a nuestras verdaderas metas, que nos lleve a cuidar y mantener lo
innegociable de nuestra vida.
Hoy al rezar en este misterio, me vino el pensar que todos tenemos estos
importantes deseos que son como un hilo que no se rompe y que es firme
porque atraviesa todo lo que somos y vivimos. Un hilo que llevó a los
sabios a tanta aventura, tanto riesgo y tanta certeza de ver en un recién
nacido a la respuesta de sus búsquedas y deseos.
Escribí esta oración que busca graficarlo, espero
que les ayude:
Hay
un hilo fuerte que no se rompe,
que
atraviesa nuestra historia
a
lo largo de nuestras etapas y años.
Un
hilo que no se disuelve o debilita
ni
con las dudas, los dolores o las crisis.
Un
hilo que por momentos tiene un olor dulce
y
en otros un tacto áspero.
Un
hilo que no se va de nuestras vidas,
porque
habita y transita dentro,
en
lo más hondo del corazón y de la propia vida.
Un
hilo que nos mueve a buscar,
a
vivir y luchar con todas las fuerzas.
Un
hilo sediento de respuestas
porque
está cargado de misterio.
Un
hilo que une y entreteje
los
diversos sucesos y experiencias de la vida,
y
los amados y entrañables encuentros.
Hilo
que guarda un color único,
y calidad exclusiva para cada uno.
Todos
tenemos un hilo que no se rompe,
porque es del Espíritu
y en él viajan nuestros anhelos,
recuerdos, llamado
y
nuestra forma única de ser felices.
Todos tenemos un hilo regalado desde toda la eternidad,
que
empieza y viene desde Dios,
y
que se puede dejar llevar
por
una aguja fina, intensa y tierna;
ésta
que es el mismo Dios encarnado.
Todos
tenemos un hilo
que
peregrina, que viaja y espera,
que nos puede hacer capaces de tantos viajes y riesgos
por encontrar la plenitud y eternidad
como con los sabios de oriente y los santos.
Hilo que
nos puede hacer valientes y despiertos
para encontrar la estrella cuando se pose
sobre el Niño encontrado sobre un pesebre,
sobre
nuestra familia, nuestros amigos y todas las bendiciones.
Veamos pues esta estrella
que
se posa día a día
en
todas y cada una de las experiencias que vivimos.
Seamos
hilos claros y libres
para
que al ver la estrella,
brillemos
y cantemos con ella,
porque
así crece y se fortalece este hilo
y
así puede tejer una vida plena de amor
y
tensar más y más la cuerda eterna.
Amén.
Hermosos
ResponderEliminarGracias Magali x la Reflexión, la Fe
ResponderEliminarTejamos una vida plena!
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