Este
domingo en muchos países del mundo se medita en la muestra del amor de Dios más
importante y difícil de comprender. Meditamos lo que yo describiría como la
mayor locura del amor de Dios: su entrega en la Cruz.
No
bastarán los años y los siglos para que nuestra mente humana pueda tener
categorías y palabras para poder comprender lo que Dios hizo por nosotros. Creo
que nunca terminaremos de creer lo que implica que el mismo Dios haya sido
capaz de dejar todo, hasta su condición de Dios, para estar junto a nosotros.
Y
San Pablo en la segunda lectura de la Misa, escribe palabras hermosas y hondas
para explicarlo:
“Cristo,
a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al
contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por
uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta
someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz”. Filipenses 2, 6-11
Sólo
quiero dejarte un consejo muy importante: el día que te sientas solo, sin
fuerzas, con un dolor inenarrable y no sepas a dónde o a quién mirar, levanta
tu mirada y mira a Cristo en la Cruz. Él que te
ama tanto, ha descendido a lo profundo de tu alma para estar contigo, sufrir
contigo y elevar tu corazón, llenándolo de gozo hacia el cielo.
Recuérdalo:
nunca estarás solo, porque Él ha bajado a estar contigo. Nunca dejará de estar
a tu lado.
Estos son
uno de estos misterios
que no se
entienden ni se abarcan,
estos que nos
asombran y desbordan
por una verdad
que nos sobrepasa.
Cómo entender
y cómo explicar
el abismo
de tu entrega
el abismo
de tu amor.
Tú,
todopoderoso, creador y dueño de todo
Tú, eterno e
infinito, de quien depende mi existencia
Tú, amante
eterno, de quien depende mi vivir, mi morir y mi historia
Tú, que
eres el mismo origen y el mismo fin
Tú, el Dios
y Señor de todo, de condición divina y eterna,
eres el
mismo, que haces la mayor locura
la más impensable
e incomprensible de la historia.
Tú, eres el
mismo, que dejas lo divino
para transformarte
en un mendigo
y en
alguien dispuesto a lo que sea
por alcanzar
mi rescate, mi amor y mi salvación.
Tú, eres el
mismo, a quien no le importa
olvidarte que
eres Dios
olvidar mis
ofensas y rebeldías
olvidar mis
olvidos e ingratitudes
porque de
lo único que no te olvidas
es cuánto
me amas y quién soy yo para ti.
Tú, eres el
mismo, que haces la mayor de las locuras
al dejar tu
rango y tu condición divina
porque no
puedes dejar de amarme
porque no
puedes renunciar a mí.
Tú, eres el
mismo, que haces la mayor de las locuras
de hacerte
esclavo y uno más
de hacerte
frágil y limitado
de ir a la
misma cárcel por una injusta condena
ésta que te
lleva
hasta el
suplicio y a la misma Cruz.
No podremos
comprender con la razón,
con la
lógica y los cálculos
lo que decidiste
ofrecer a cambio.
No podremos
comprender con ojos humanos
que bajes
del cielo para quedarte clavado
que bajes
del cielo para quedarte muerto.
Sólo toca
acoger este misterio
que se
guarda en el corazón
que se
medita en el alma
y se reza en
el espíritu.
Queda
acoger tu gracia y la fe que me regalas
para entender
muy poquito
y avivar la
esperanza
para darte gracias
por tanto
aunque no
entienda nada y aunque intuya algo
por haber
descendido a los sótanos y a nuestras oscuridades
por haber
llegado hasta esos lugares desahuciados
para que transformes
todo en una vida resucitada.
Sólo toca
contemplar este milagro
de la
muerte vuelta vida
de la cruz
que quedó vacía
del sepulcro
dolido que se queda iluminado
porque Tú
mi Dios bajaste a buscarnos
a abrazarnos
y a
resucitarnos.
Sólo puedo
darte gracias,
y dejar que
tus brazos clavados
me den el
divino abrazo
que me
llena de vida y me colma de tu amor.
Amén.
____
Y les animo a que escuchen y lean la letra de esta canción que es muy bonita.....


Gracias Magali x la reflexión a la Santa Cruz!!! El Amor de Dios es muy grande.
ResponderEliminar