Ir al contenido principal

Un verdadero amigo...

 


Es muy cierto que los hermanos no se eligen, pero los amigos sí. En mi caso como en el de muchos de ustedes, tengo la dicha de tener dos hermanos que los considero también verdaderos amigos.

Y creo que es un verdadero regalo de Dios tener también verdaderos amigos que son como hermanos.

No sé si les ocurre a ustedes, pero a medida que transcurren los años, encuentro nuevos estilos de amistad que enriquecen mi vida. Y puedo experimentar también que los que son más cercanos se acrisolan, caminan y crecen conmigo.

Tengo amigas entrañables que, aunque vivan lejos o cerca vivo con ellas verdaderos encuentros en los que basta una mirada, una actitud, un comentario o expresión, y ya sabemos lo que vivimos. Amigas con quienes comparto una vida auténtica, con quienes camino trechos difíciles o simples. Con ellas peregrino por colinas empinadas o por quebradas hondas, y están siempre allí para no perderme, para alentarme o para levantarme cuando resbalo.

Amigas verdaderas que me ayudan en todo momento a ser quien soy, a recordarme cómo soy feliz, cómo Dios me muestra su amor y qué es lo verdaderamente auténtico en mi vida. Aquellas que me animan, que se alegran o lloran conmigo. Esas amigas con quienes sé abrir el corazón con libertad porque están a mi lado, aunque no entiendan todo, aunque estén sufriendo o riendo. Amigas que sé que harán todo lo que esté en sus manos por ayudarme a desencantarme de las mentiras para conquistar la verdadera felicidad. Amigas que me han ofrecido su mano, su corazón y su tiempo para ir conmigo hacia el cielo en la tierra y hacia el cielo eterno.

"El amigo fiel es seguro refugio, el que le encuentra, ha encontrado un tesoro. El amigo fiel no tiene precio, no hay peso que mida su valor. El amigo fiel es remedio de vida, los que temen al Señor le encontrarán." Eclo 6, 14-16

En este domingo quiero dar gracias por este tesoro, y más aún por tener al Amigo más importante de todos, Aquel que me conoce mejor que nadie y que fue capaz hasta de dar la vida por mí una y mil veces. Este Amigo fiel que sueña con mi felicidad, con la plenitud de su vida en mí. Aquel que se alegra cuando evoco lo más auténtico de mi vida y goza cuando me encuentro con Él en la oración y la Eucaristía, en la vida cotidiana o en el encuentro tan rico con los demás. Un amigo que es real y verdadero. Este amigo que me abre su corazón de par en par y me dice:

“No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.” Jn 15,15



Jesús es este amigo que no espera que cumpla preceptos o normas, Él anhela vivir un encuentro auténtico conmigo para vivir en una constante y auténtica alegría que contagie a los demás. Un encuentro infinito que me lleve a irradiar su amor a los demás, que me lleve a crecer y madurar cada día, que me lleve a dar a los demás el misterio de su amor incondicional.

Aprendamos de Él a dar lo mejor de nosotros, a dejar de esconder el corazón para anunciar sin vergüenza y sin complejos al único amigo y hermano que puede sanar nuestras heridas, consolar nuestras lágrimas, alentar nuestro camino, fortalecer nuestras decisiones y mostrarnos la mejor ruta para nosotros. 

Les animo a que este domingo tomen conciencia del don de su amor infinito como Amigo, hermano y todo. Que podamos ver en nuestras vidas y nuestras historias esos verdaderos amigos que parecen hermanos, esos hermanos que son verdaderos amigos y a Jesús nuestro hermano que dio la vida por sus amigos día a día.

Jesús será siempre ese mejor amigo que no duda en entregarse y darse, que no duda en esperarnos y trascender nuestras caídas. Jesús será siempre ese amigo fiel a pesar de nuestras infidelidades, porque no nos ama por nuestros méritos y esfuerzos, más bien nos ha amado primero para que luego nosotros sepamos cómo amar cada vez mejor.

Y este domingo, día de la madre, démosle gracias a Dios por darnos a esa mujer que esté aún en la tierra o ya en el cielo, nos ha enseñado de forma tan viva y fuerte lo que es ese amor incondicional, lo que es la entrega oblativa y generosa. Gracias Señor por esa madre que nos enseña a ser hermanos, amigos e hijos. Gracias por haber nacido desde una mujer que nos dio seguridad y protección sin pedirlo, sin esperarlo. Gracias por sabernos amados y cuidados de tantas maneras y haber recibido de sus manos y corazón la primera experiencia humana del amor auténtico.

Siempre quedará muy corto y mucho en el tintero de nuestro corazón cuando describimos estos tesoros, pero que sea esta pequeñísima reflexión como la punta del ovillo, para que cada uno sepa desenvolver la madeja personal de nuestra vida y de nuestra historia…

Gracias Señor por amarnos tanto y darnos seres humanos que nos hace recibir tu amor único e incondicional…

Jn 15, 13 


Les comparto esta canción de Cristóbal Fones SJ. que se llama: "Como un amigo a un amigo" para que puedan escucharla y seguirla con la letra. Creo que nos puede ayudar a meditar un poco más en este hermoso misterio. 





Comentarios

  1. Gracias Magaly, que Dios te bendiga y te siga iluminando para que nos sigas escribiendo estas cosas tan lindas.
    Referente a las madres, como impactan en cada ser humano, que cuando están en peligro, necesitan ayuda o envejecen, se acuerdan y llaman a su madre y no a otra persona, hasta las personas con Alzheimer , piden a su mamá. Que grandioso es el cariño de la madre.
    Te pido por favor oraciones por mi madre y hermana que ya están con el Señor
    Emilio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido Emilio he rezado y seguiré rezando por ellas y por ti también!

      Eliminar
  2. Querida Magali, muchas gracias por tu lindo y vivencial compartir que alimenta nuestra Fé y nos invita también a reflexionar y poner siempre nuestra mirada en Nuestro Padre ! Que El te siga llenando de Bendiciones.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario