Ir al contenido principal

Viene un huésped a mi casa...

 



Viene a visitarme alguien inimaginable, viene a hospedarse un ser tan sabio, que conoce mejor que nadie todos los oficios, ciencias y profesiones. El mejor en todo.

Viene con ganas de encontrarse conmigo, con anhelos de fortalecer nuestra amistad, con sueños de hacer una gran fiesta aquí. Alguien muy rico, muy sabio y necesitado por todos.  

No termino de comprender por qué a mi casa, por qué a ésta tan sencilla, pobre y desordenada. Ésta con tantas cosas por arreglar y renovar. Y es por ello: lo necesito ahora y siempre...

Conoce bien el interior de todas y sabe qué necesita cada una. Y hoy ha escogido la mía.

Viene a visitarme y con ganas inmensas de escucharme, de comprenderme, de darme consejos y compartir su ciencia. Viene un gran Huésped a visitarme.

Sabe de carpintería, y podrá ayudarme a curar de las polillas aquellos estantes y cajones llenos de libros. Esos con historias antiguas y nuevas que dejé de leer olvidándome de lo hermosamente vivido, o los álbumes con fotos amadas sobre los tesoros de mi calendario. Que me ayude a barnizarlos para mantenerlos mejor y tener despiertos los buenos pasajes de la historia vivida.

Sabe de gasfitería, y podrá ayudarme a limpiar los grifos donde circula el agua viva que me regala, esa agua necesaria que refresca mi rostro luego de duras batallas y grandes esfuerzos. Agua que aviva el camino y calma la sed de mi corazón. Me ayudará a saber templar el agua fría cuando el corazón queda insensible o el calor fuerte de las emociones y los disgustos innecesarios. Con su ayuda circulará por mi hogar un Agua pura y limpia para tener una vida transparente y noble.

Es un excelente jardinero, que me ayudará a podar lo necesario, regar lo seco y escondido, abonar lo que no crece y madura. Un verdadero jardinero que separará el trigo de la cizaña y los frutos buenos de los falsos que no me ayudan. Un jardinero que hará que todas las plantas en mi vida puedan mirar al Sol para recibir la Luz de la vida.

Es un   gran cocinero, que me ayudará a saborear lo que es sano y bueno. Que sabe identificar qué está bien o qué le falta a lo que voy preparando, que diferencia los ingredientes apropiados para un momento del día y para distintas etapas de la vida.

Es un médico que diagnostica y previene las enfermedades que puedo llegar a tener, que me alienta a tomar las mejores vitaminas para fortalecerme, que me propone una vida saludable de ejercicio y descanso para caminar lejos y para defenderme de los virus y lo que pueda contaminarme. Y que puede curar en mi vida toda enfermedad y toda dolencia.

Es un verdadero arquitecto e ingeniero, que me ayudará a diseñar mejor mi morada, para tener un hogar cálido y propicio al encuentro y para acoger a otros dignamente. Él me ayudará a tener cimientos más sólidos, para que al venir la lluvia o el mal clima, ésta se mantenga de pie y fuerte. Con su ayuda, mis puertas y ventanas permitirán que circule el Viento fresco y pueda entrar la Luz clara y alegre que también me regala.



Es un verdadero científico, que identifica las leyes y reglas del universo. Que me ayudará a comprender los fenómenos de mi vida, y  recibir sabios consejos que me enseñen a tomar las mejores decisiones para mejorar mi camino cada día.

Un maestro formidable, que me educará para vivir maduramente. Que me enseñará a leer las experiencias de mi vida de forma serena y clara. Que me enseñará a contar y multiplicar los dones recibidos, que me educará a dividir y repartir con los otros lo que tengo. Y me enseñará buenos modales, para saber agradecer lo recibido, despedirme de lo innecesario y pedir disculpas por los errores cometidos.

Es un excelente comunicador, que me ayudará a expresar lo que vivo y escuchar a los otros. Que me animará a anunciar los tesoros descubiertos y saber difundir las grandezas de la esencia de su amor.

El mejor administrador, que organizará mi mundo, priorizando lo esencial y poniendo al final lo que menos tiempo y fuerzas deba ocuparme.

Un economista grandioso, que me ayudará a invertir en lo más valioso y a buscar lo más importante. Que me enseñará cómo identificar las verdaderas riquezas, esas que crecen cuando se reparten, esas que aumentan cuando se dividen con los débiles y necesitados.

Viene un Huésped que es el mejor artista, porque sabe pintar sobre mi lienzo, con los colores más maravillosos, las grandezas regaladas. Que con los tamaños y formas más perfectas, sabrá mostrarme el amor infinito que en mí ha sembrado.

Un artista que sabe tallar y esculpir de la mejor manera aquellos aspectos de mi vida que sobran, para que termine dándose la obra soñada y sembrada en lo más profundo.

Un verdadero músico, que anima mi espíritu con esas notas dulces y vivas, que me despierta con sonidos fuertes cuando me quedo dormida, que inventa las melodías más armoniosas y bellas para graficar el himno de mi corazón, que me enseña su infinito amor con volúmenes profundos y eternos ecos para que se graben en lo más íntimo y escondido de mi alma.




Ven dulce Huésped del alma y entra hasta el fondo de mi espíritu.

ven y recorre por toda mi casa,

entra a todas mis habitaciones

entra a lo más recóndito y olvidado,

para que con tu sabio dinamismo

y el gozo inmenso de tu amor,

cures e ilumines todo

para que todo quede impregnado 

del olor de tu bondad.

 

Ven dulce Huésped del alma para ser Tú el dueño

de mi morada, de mi vida y mis opciones.

Para que tengas Tú el timón de mi vida y las llaves de mis puertas

para que tus dones gobiernen y guíen todo

y pueda comprender así 

lo que me muestras día a día.

 

Quédate en mi hogar, mi vida y mis sueños

para que sea tu amor la medida

y tu gozo el fruto eterno.


Quédate y vive siempre conmigo

porque sin tus fuerzas caminar no puedo

porque sin tu luz y tu gracia yo pierdo el sendero

porque sin tu amor es imposible alcanzar

esta comunión que tanto anhelo.


Te espero Amor de los Amores

te espero Espíritu Santo

para que habites y vivas conmigo

para que yo pueda entrar en comunión contigo.

Amén.

_______________________________

En este domingo de Pentecostés, con lo cual se culmina este tiempo de Pascua, te invito a leer las lecturas de la liturgia y rezar la Secuencia de Pentecostés, un bello himno en el que se describe lo necesario que es la Persona del Espíritu Santo para nuestras vidas.

Hch 2, 1-11    

1 Cor. 12, 3b-7.12-13   

Jn 20, 19-23


Secuencia
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequia,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito 
 salva al que busca salvarse 
y danos tu gozo eterno. 


Comentarios

  1. Que maravillosa reflexión querida Magali, expresas todos los anhelos y necesidades por medio de la Fe a recibir y vivir como Templo del Espíritu Santo.
    Una vez mas querida Magali, muchas gracias, me siento muy agradecida.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario