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Mostrando entradas de diciembre, 2022

La buena memoria...

Qué importante es el regalo de la memoria. Y tener el buen hábito de saber recordar especialmente lo bueno e importante, es algo que definitivamente nos ayuda a ser mejores personas. Hoy, meditando en esta hermosa cita que dice “María por su parte meditaba todas estas cosas y las guardaba en su corazón”, me llevó a meditar en el bello ejemplo que nos da. Nuestra madre pudo quedarse fijada en las grandes dificultades, humillaciones y peligros. Pero en esta bella historia del encuentro con los pastores, se muestra claramente su verdadera belleza y sabiduría, porque supo conservar y guardar ante todo, cada una de las perlas preciosas que Dios le regaló en el camino, para tenerlas grabadas en el hermoso cofre de su corazón. Un cofre especial, que no tenía espacio para lo negativo y difícil. Es por eso Madre, que hoy en tu día, como Madre de Dios, quise escribirte y agradecerte por este maravilloso ejemplo de mantener una memoria viva que te permita vivir en fidelidad y verdadera paz....

Lo has roto por mi...

    Rompiste el cielo y tu amor estalla, para venir a mi lado y librarme de todo daño.   Rompiste el cielo con tu poder bendito y amor infinito, que tiene por debilidad mi amor, mi respuesta y el verme feliz ahora y para siempre.   Rompiste el cielo y te hiciste carne en entrañas de María que la hiciste Madre tuya y también mía para que tu corazón pueda latir con el suyo para que tu corazón haga latir el mío al ritmo de tu paz, tu esperanza y tu gozo eterno.   Rompiste el cielo con este tierno llanto de Niño que tan frágil y pequeñito te acercas a mi vida para crecer día a día conmigo.   Rompes el cielo con este hermoso misterio que transforma la oscuridad de la noche en fulgurante luz este parto silencioso, en cantos de Palabra viva el temor de nosotros pastores, en paz confiada y alegría que corre a prisa la pobreza de mi pesebre en riqueza divina y preguntas como las de José y María en Eva...

La duda y la fe pueden ir de la mano…

      A pocos días de la Navidad, este domingo se nos regala una historia que refleja algo muy humano que vivió José. Y rezando, recibí muchas luces para comprender cómo desde Dios y con fe en Él, las mas grandes dificultades puede ser el inicio de grandes bendiciones… En lugar de contarles la historia que ya pueden saberla, les pongo este trozo de video que grafica bien cómo José pudo sentirse al recibir la noticia del embarazo de María.   Hoy quisiera resumir lo que medité en este Evangelio, con esta sencilla oración que le hago, para darle gracias por su ejemplo y su intercesión…     Querido José, buen padre y esposo hoy quiero atesorar tus grandes lecciones.  Tú, que ilusionado en una bella familia fiel y honrado en todo y todos hombre noble y buen judío para tu pueblo viendo en María la belleza luminosa.   Hoy me das grandes lecciones  cuando ves esa noticia que pudo llevarte a grandes decepciones ...

Flores en el desierto

  Por distintas razones, esta semana me tocó vivir y ser testigo de la tristeza y angustia por distintos tipos de pérdidas y circunstancias. Dolores hondos en los que dan ganas de hacer algo por ellos y lo mejor es rezar y ofrecer. Creo que cuando en la vida nos toca atravesar momentos así, podemos tal vez identificarnos con alguna de las figuras que la 1ra lectura de este domingo como: el desierto, yermo, estepa, las manos débiles, las rodillas vacilantes, inquietud, ceguera, sordera, cojera, pena y aflicción. Figuras que de una u otra manera no son extrañas ni nuevas en nuestra historia de vida. Y junto a estas experiencias, tuve también la bendición de vivir y ser testigo de otros momentos de especial alegría en los que también podrían identificarse con palabras de esta misma lectura: regocijo, alegría, florecer, germinar, contemplar la gloria y majestad de Dios, fortalecer, vivir sin temor, saltar, ser rescatados, cantos de júbilo, alegría sin límite. Nuestra vida es así....

El trigo me enseña...

  Me encanta aprender cada día algo nuevo. Hoy rezando aprendí el significado de una palabra que nunca le había prestado atención: el “bieldo”. Me gustó mucho entender la función de esta herramienta, y lo que puede ilustrarnos para nuestra vida. Es una palabra que Juan Bautista utilizó para animarnos a convertirnos más a Dios. Una palabra con la que se puede comprender mejor cómo Jesús es quien nos revela la verdad de nuestras vidas y corazones. Nos dice: “Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga”. Mt 3,12 Me puse entonces a leer y ver algunos videos para comprender la forma cómo se separa el trigo de la paja. Y la forma tradicional es juntando ramas cosechadas por grupos más pequeños, que reciben el nombre de parva. Existe entonces este instrumento del que habla Juan Bautista que se llama bieldo. Es como un gran trinche, con el cual se levanta toda la parva al aire, para que se remuevan ...