¿Cómo se podría describir lo que uno experimenta al ser testigo de una explosión? Estar concentrados en otra circunstancia, cuando de pronto sentimos que algo remece todo y mueve todo, un sonido estrepitoso que puede romper los tímpanos. Una fuerza incontrolable que puede hacer estallar y quebrar aquello que sólo segundos antes estaba estable y estático… Y entonces nos inunda el miedo, las preguntas sobre su origen, el impacto que ha ocasionado y la inseguridad ante la posibilidad de haber perdido lo que tenemos… No sé si pueda expresarme bien, pero al rezar hoy Sábado Santo sobre este día de silencio y la próxima llegada de la Resurrección, me hizo pensar en esta experiencia tan fuerte que se vive cuando algo explota y estalla. Pues así como se experimenta algo físico, esas sensaciones pueden vivirse interiormente. Hoy te animo a comprender un poquito más sobre este misterio tan importante, el central de nuestra fe que estamos a punto de celebrar, desde esta experiencia: la de...
Todos tenemos experiencias cotidianas que nos llenan de asombro y nos llevan a encontrarnos con la presencia de Dios en nuestra vida. Quiero compartirles mis propias experiencias sencillas y reales, que puedan animarles a descubrir las que están a su alrededor...