Te
invito el día de hoy a traer a la mente lo que aquella persona que tanto amas
fue capaz de hacer por ti. Esa actitud, ese sacrificio que no borrarás del
corazón porque es la o las muestras más grandes de amor recibidas en la vida…
Algo que necesariamente nos evoca tan buenos sentimientos.
Algo
que nos llevan necesariamente a quererle más y tener una honda experiencia de
gratitud, porque sabernos amados así, nos llena de fuerza, de esperanza y alegría.
Creo
que por eso el amor y la gratitud van de la mano. El que se sabe amado
agradece, y el que agradece responde con amor también. Un binomio tan
importante y tan humano. Un binomio que nos hace vislumbrar un poco el cielo
prometido…
Este domingo
de cuaresma llamado también “Domingo Laetare”, es el que nos lleva a recordar
con alegría la salvación que Dios nos ha dado. El papa Benedicto XVI nos decía:
“¿Cuál es el motivo por el que debemos alegrarnos? … un motivo es … gustar anticipadamente
la alegría del encuentro con Cristo resucitado. Pero la razón más profunda está
…que a pesar de nuestra indignidad, somos los destinatarios de la misericordia
infinita de Dios. Dios nos ama de un modo que podríamos llamar
"obstinado", y nos envuelve con su inagotable ternura”. (26 marzo del
2006)
Así es el amor
terco, obstinado, eterno y apasionado que tiene Dios por ti y por mí. Eso que
el mismo Benedicto de forma tan elocuente dice: “…en la cruz se realiza ese
ponerse Dios contra sí mismo, al entregarse para dar nueva vida al
hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más radical" (Deus caritas est,
n. 12).
Y hoy en la
Misa el padre lo graficó de una manera elocuente: si vieras a tu madre o a tu
hijo crucificado por amor a ti. ¿Qué sentirías?... En realidad ¿Qué no
sentirías? Pero eso no ocurre de forma física, aunque sí pueda cargar otros
tipos de cruces por amor a ti.
Lo que sí es
real, es que Jesús, Dios encarnado, que nació, vivió y murió humanamente sí
murió en la Cruz para que tú y yo vivamos… Un misterio inabarcable, incomprensible
que puede llenarnos de honda gratitud y amor por Él, y que es lo justamente
recordaremos y tomaremos más conciencia en Semana Santa. Pero algo que paradójicamente
puede convertirse en un sentimiento rutinario, racionalizado o sin sentido cuando
dejamos de abrir el espíritu y los ojos del alma para renovar y tomar
conciencia de lo que realmente hizo y hace todos los días por ti y por mí.
"Tanto
amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los
que creen en él, sino que tengan vida eterna" (Jn 3, 16).
Abramos el
alma, la conciencia, el espíritu y el corazón para ver su amor de tantas
maneras: desde el amor de los demás, desde los dones que nos regala, desde las
circunstancias que vivimos y hoy hagámoslo también recordando esa muerte en Cruz
que fue para que tengamos vida y la tengamos en abundancia.
No creo que se
trate de describirlo más, creo que se trata que entremos al interior del alma y
le pidamos al mismo Jesús que nos llene de su gracia para entender y acoger un
poco más de este misterio de amor que nos pueda llenar de asombro y gratitud
para querer amarle y amar a los demás de la misma manera.
Démosle
gracias a Dios hecho Hombre que tanto nos ama respondiéndole con amor a los
nuestros y al mismo Jesús.
Abramos hoy el
cofre del corazón para evocar sus muestras de amor, de sacrificio, de perdón,
de ternura y paciencia. Y seamos agradecidos para amarle con alegría…
Me amas tan callado,
gritando con tus acciones
y con tu sacrificio y
paciencia.
Me amas tan callado,
cuando veo las humillaciones
que pasas
con los orgullosos de antes
y ante mis faltas de amor y mis
caídas.
Me amas de esta forma tan
obstinada
al tocarme los hombros
cuando estoy dormida o sorda
o cuando me escondo para no
escuchar tu verdad.
Me amas con tanta locura
cuando te crucificas nuevamente
para perdonar mis pecados
y rescatarme con tu muerte de
la mía.
Me amas divinamente
cuando solo tu poder es capaz
de transformar mis dolores
en ofrendas de oración
y en esa paz que me reconforta.
Me amas como todo un maestro
cuando me enseñas con tu ejemplo
a entregarme y sacrificarme
por nuestros hermanos
y a la misión que me has
encomendado.
Hoy te pido solamente
que cuando me toque vivir la cruz
sea unida a la tuya
sea confortada por tu hondo
abrazo
sea aliviada por tu atravesada mirada
sea consolada por tus cantos de
esperanza
sea arrullada por los brazos
firmes de tu Madre.
Hoy te doy gracias nuevamente
por darme el ciento por uno
por cualquier cruz de plástico
y juguete
o aquella más pesada que cargo
contigo.
Hoy te doy gracias por tanto
amor,
ese que no puede ser descrito
sólo acogido y recibido en lo
más profundo del alma
y en la fuente de mis cantos y
mis lágrimas.
AMEN
Jn 3, 14-21
Gracias Maga ❤️
ResponderEliminarMuchas gracias ❤️🙏
ResponderEliminarGracias Magali linda reflexion
ResponderEliminarGracias! Que lindísima y profunda reflexión; que nos sirve para jamás perder de vista la Verdad!
ResponderEliminarDios está siempre con nosotros en este camino de la vida terrena y nos espera para nuestra morada final en el cielo! ♥️